16 jun 2011

¿Cuál eres tú?

La aplicación de Internet en casi todos los aspectos de nuestra vida, por no decir todos, ha provocado que la gente también se acerque a las marcas a través de éste. Esta nueva relación es bastante diferente de lo que habíamos visto hasta ahora. Uno de los propósitos de esta comunicación es, de hecho, estrechar el vínculo entre la empresa y su cliente. Lejos queda así, el superpoderoso mandato de la empresa omnipresente e inalcanzable a la que los clientes se fidelizan, casi como de un dios se tratara. Por el contrario, como oposición a esto han surgido seis tipos de consumidores diferentes con personalidad propia. Conozcámosles:

1.- EL SABOTEADOR: este perfil corresponde a una persona que se dedica a difundir críticas por la red acerca de un producto en concreto. Esta persona es muy consciente de la repercusión que tiene en el comportamiento de los consumidores este tipo de opiniones, sobre todo, cuando son percibidas como si fuera el pensamiento de cualquier persona honesta. Las redes sociales se convierte en un instrumento magnífico para esta publicidad below the line. Las empresas tienen como tarea la identificación de estos malhechores y tomar las medidas necesarias para evitar que se repita tal suceso.

2.- EL CLIENTE INFIEL: éste es aquel que no se "compromete"con ninguna marca en concreto; sino que su conducta compradora va dando saltos continuamente de empresa en empresa, guiada por las ofertas que ofrece cada una de ellas. Estos clientes no resultan rentables para las empresas porque tratan de obtener muchos recursos de la forma más perjudicial para la empresa. Aunque es cierto, que este tipo de clientes suelen hacer gran cantidad de publicidad a través del famoso boca a boca.

3.- EL CLIENTE PERDIDO: se trata de personas que han dejado de confiar en la empresa por diversas razones, por lo que abandonan las compras que realizaban a la marca. Son objetivos relativamente fáciles para la empresa, ya que ésta sólo tiene que descubrir lo que les disgustó anteriormente y corregirlo. Esta maniobra es mucho más sencilla que conseguir cleintes nuevos o robarlos a la competencia.

4.- EL CLIENTE PARCIALMENTE FIEL: este perfil es un clásico. Es una persona que elige una marca determinada hasta que se cruce en su camino una que ofrezca ventajas mayores. Por tanto, no es fiel a una empresa concreta, pero sí que frecuenta la compra de un determinado producto de forma más o menos prolongada en el tiempo. Resultan especialmente desconcertantes para la empresa, porque no hacen ruido, son independientes; aunque muestran una tendencia bastante grande a obedecer opiniones de otros.

5.- EL CLIENTE TOTALMENTE FIEL: es aquella persona que mantiene siempre sus compras en determinadas empresas. No le importa el precio; sino que aprecia la marca y por ello la compra. Son la joya de la corona para las empresas. De hecho, es recomendable que éstas se esfuercen en mantener su complicidad con diferentes estrategias de marketing como premios o atenciones especiales y exclusivas.

6.- EL FAN: también conocido como multiplicador. Es, en realidad, un líder de opinión. No sólo se limita a dar su opinión sino que trata de demostrar entre sus amigos y conocidos el por qué de ésta. Las redes sociales son uno de sus mayores portavoces. Las empresas anhelean tener varios clientes de este tipo ya que son los únicos que tienen la verdadera capacidad de influir sober el comportamiento de otros consumidores.

Ahora, sólo queda responder a una pregunta ¿cuáles somos cada uno de nosotros?


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